Heridas Crónicas y Pie Diabético

Mitos acerca de las heridas crónicas

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Dra. Alba Berenice Arévalo Villalobos
Dra. Alba Berenice Arévalo Villalobos

Las heridas crónicas son un tema que, de forma incorrecta, suele generar mucha especulación y desinformación. Esto sucede porque, en la sociedad, muchas personas creen tener el conocimiento necesario para solucionar o mejorar alguna condición de este tipo.

Por esta razón, vamos a profundizar sobre algunos mitos en torno a las heridas crónicas. Acompáñanos y descubre si se trata de desinformación y si esto puede ser dañino para la salud de pacientes con heridas crónicas.

  • Remedios caseros.

Socialmente, es sumamente común tener remedios caseros para casi todo. Sin embargo, en un tema tan delicado como las heridas crónicas, se debe dejar actuar a los especialistas y olvidarnos de soluciones como la pasta de dientes o fomentos.

Este tipo de prácticas pueden complicar la situación del paciente, generando no solamente más dolor e incomodidad, sino también un incremento en el riesgo de que la herida se agrave.

  • Una pomada, sea cual sea, siempre sirve.

Otra práctica incorrecta es la de la aplicación de pomadas y ungüentos sin prescripción médica. Recordemos que este tipo de productos contienen sustancias que son específicas para el tratamiento de ciertos padecimientos.

Si nos aventuramos a experimentar con cualquier pomada, corremos el riesgo de agravar la situación del paciente.

Incluso, en algunos casos, heridas que debían ser tratadas con menores problemas, pueden convertirse en crónicas por este tipo de malas decisiones.

CASO DE EXITO 2
DIABETES TIPO2 1
HERIDAS CRONICAS 1
PREVENCION Y CONTROL 2
  • Hacer que sangre.

Uno de los mitos más drásticos, aunque no el único, es el raspado de la herida crónica para provocar su sangrado. Si leemos esto con frialdad, ¿no les suena mal? Es decir, este tipo de acciones lo único que provocan son dos cosas: que la herida tarde más en sanar y que el paciente sienta mucho más dolor que antes.

Raspar o lacerar una herida solo implica lastimar más tejido, lo que agravará, sin lugar a dudas, la condición de la herida.

  • Dejar secar.

La contraparte del mito anterior nos dice que debemos dejar la herida al “aire libre” para que seque y cicatrice. No obstante, eso es contraproducente, pues un ambiente húmedo y cubierto es lo que en realidad favorece a la cicatrización.

Si dejamos la herida al descubierto, incrementamos el riesgo de infección, aumentamos el dolor del paciente y provocamos la aparición de costras que retrasarán la formación de la cicatriz.

  • Mismos tratamientos.

Cuando una persona sufrió una herida crónica, tuvo el tratamiento adecuado y consiguió sanar, normalmente intenta aconsejar a otras que tienen una condición similar. Sin embargo, es incorrecto pensar que el mismo tratamiento va a surtir el efecto deseado en otra herida de otro paciente.

Lo que debemos tener claro es que cada herida crónica es única y tiene sus propias características. Solamente el médico sabrá diferenciar y tratar de la forma correcta una herida.

Por ejemplo, hay lesiones que se relacionan directamente a la diabetes, pero hay otras que lo hacen a la anemia, así como cada una presenta diferencias por la edad del paciente.

Si en verdad alguien que sufrió una herida crónica quiere ayudar, entonces debe recomendar acudir a especialistas, quienes pueden aplicar el tratamiento correcto ante cada caso.

  • Se cura solo.

Otro gran mito es que una herida crónica, simple y sencillamente, se curará con el paso del tiempo y sin ningún tipo de intervención humana, lo cual puede llevar a complicaciones graves, como las amputaciones.

Siempre es bueno acudir al médico para tener su opinión, especialmente con un especialista.

  • Sobre las costras.

En torno a las costras existen muchísimos mitos. Hay quienes dicen que debemos dejarlas hasta que se caigan solas o quienes aseguran que debemos ayudar a que se formen, como un indicio de que la cicatrización se lleva a cabo.

Sin embargo, las costras no deben tomarse a la ligera en heridas crónicas ni se deben sacar conclusiones desde el desconocimiento.

Lo cierto es que una costra puede retrasar la cicatrización, contrario a lo que se cree, y puede ser lugar en el que infecciones y bacterias puedan formarse. Además, retirarlas de forma casera e inexperta puede ocasionar daños en la piel, dolor, sangrado o problemas estéticos.

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¿Qué es lo mejor para una herida crónica?

Como puedes ver, todos estos mitos son, en realidad, falsos y dañinos para los pacientes con enfermedades crónicas. Por esta razón, acude siempre a los especialistas, que sabrán llevarte hacia la cura de las lesiones del modo más eficaz posible.

Si tienes una herida crónica o conoces a alguien en esa situación, la mejor forma de ayudarlo es acercarlo a MIDHEC. Nos alegra decir que no estás solo y que este tipo de problemas tienen solución con el tratamiento adecuado.

Anímate, acércate a nosotros. Queremos acompañarte para que recuperes la confianza, tu movilidad, tu salud y tu calidad de vida.

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